TOGETHER FOR THE REVOLUTION 300
Fue un evento inusual hacia los fans de la escena metalera, tratándose del Together for the Revolution 300, que se realizó con el fin de apoyar a los más necesitados. Donde el objetivo de
los grupos fue llevar un mensaje, o lo que podría ser para muchos una reflexión a cerca de lo que acontecimientos que vivimos en el país. Al evento llegaron desde diferentes partes de la Republica Mexicana: Tlaxcala, Oaxaca, Saltillo, Durango, Veracruz y Pachuca; A pesar de que la cantidad de público fue reducida, con esto quizá se hayan cumplido sus expectativas.
Estos grupos que se dieron cita de diferentes partes del mundo con dos bandas locales cerraron la gira en la Sala de Armas, ubicada en Ciudad Deportiva, a unos pasos del Foro Sol.
El grupo que inició el festín, fue el llamado “Korban”, quienes empezaron con buen poder, quizá no hubo una respuesta deseada por parte del público asistente, ya que ellos fueron el calentamiento y quizás que el público estuvo reservando energías para los posteriores agrupamientos.Por falta de tiempo solo pudieron concretar unas 4 canciones y una falla técnica hizo que realmente tuvieran que concluir y dar paso a lo siguiente.
El evento se retrasó de la hora indicada, cada vez se hacía más tarde y es como surgió un problema con el teclado al preparar al segundo grupo, indicándonos que el voltaje para conectar el instrumento no fue la correcta, la gente comenzaba a impacientarse pero gracias a la ayuda de uno de los integrantes de Narnia es como el problema se resolvió prestando su teclado, la función continuó.
Por fin fue el turno del Unblack Metal de México, representado por el grupo “Deborah”, dando el toque tradicional del estilo pero de cierta forma siendo un Némesis del género común procedente de Noruega.
Con este grupo, la respuesta fue mejor por parte del público, sobre todo con el liderazgo de Claudia Cano Martínez, quien prendía a la banda con su espectacular voz y durante las pausas nos difundía los mensajes reflexivos.
Después de esto, el tecladista del grupo empezó a dar uno de los mensajes en lo que se preparaban para la banda próxima, muchos no lo tomaron seriamente, otros realmente fueron motivados por las palabras dichas.
Prosiguió la banda
“Becoming the Archetype” procedentes de Atlanta; en el comienzo y durante el desarrollo tuvieron ese poder del Deathcore haciendo que muchos formaran el tradicional Slam con unos pasos casi de baile; la agrupación dio un buen espectáculo con el “punch” de guturales, bajo, guitarra y solos casi a lo Dimebag Darrell, ya que el guitarrista tenía su famoso puente flotante (Floyd Rose) que hizo que las canciones sonaran poderosas.
Así siguió esta celebración revolucionaria con cada vez mayor respuesta del público esperando con ansias al legendario
Rob Rock, procedente de Orlando, Florida. Fue un espectáculo realmente muy bueno ya que dieron una hora de buenos estilos, muy de la vieja escuela, tanto Rock, Heavy y Glam, e incluso dando matices de Thrash.
El público se mostró más unido que antes ya que muchos estuvieron asistentes que estaban en las gradas, se decidieron abajar para presenciar de este magno evento. Pidiendo más y más, es como prosiguieron a dar lo último.
Finalmente el momento que muchos esperaban llego a eso de las 10:15 de la noche, con la presentación estela de la banda “Narnia”, procedentes de Suecia con algunos de los integrantes de Rob Rock algo que no muchos imaginaron, es como iniciaron a tocar con una excelente secuencia a dar todo de sí con la potente voz de German Pascual, quien Incluso hablo en español e interactuó muy bien con los admiradores de esta agrupación.
Carl Johan Grimmark impresionó con sus versátiles solos de guitarra tanto con Rob Rock y como integrante de Narnia; Andreas Johansson no se quedó atrás y nos deleitó con un buen ecualizado solo de batería, algo que muchos grabaron y captaron en sus memorias a parte de sus dispositivos electrónicos.
El evento siguió con gran éxito y concluyo que este tipo de eventos deben es seguirse promoviendo y realizando con mayor frecuencia, no con el afán de tener dinero o fama, sino de realmente difundir al menos para las bandas locales ese mensaje que traen a diferentes partes del país y para las internacionales seguir llevando su música a los oídos de los metaleros mexicanos y latinoamericanos. ¡Que viva la revolución!
Reseña: Carlos Hernandez Araiza
Fotografia: Oni Hime Cat
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